martes, 24 de julio de 2018

RECENSIONES: Bovati, Antonelli, Marchetto


RECENSIONES - Abstracts:

* Recensión a Pietro BOVATI, Parole di libertà. Il messaggio biblico della salvezza, Ed. EDB, (Bologna 2012), 241 pp. ISBN 978-88-10-22164-8. Anales Valentinos,N.S. 5 (2016) 184-185.

* Recensión a Ennio ANTONELLI, Visibilità dell´Invisibile. Dio con noi nella storia, Ed. Ares, (Milano 2015), 415pp. ISBN 978-88-8155-644-1. Con un prefacio de Camilo RUINI. Anales Valentinos, N.S. 5 (2016) 177-179.

* Recensión a Agostino MARCHETTO, Vincenzo Carbone (+), Il "Diario" conciliare di Monsignor Pericle Felice, Editrice Vaticana, (Roma 2015), 589 pp. ISBN 978-88-209-9597-3. Anales Valentinos, N.S. 5 (2016) 208-210.
 
 
 
 
Pietro BOVATI, Parole di libertà. Il messaggio biblico della salvezza, Ed. EDB, (Bologna 2012), 241 pp. ISBN 978-88-10-22164-8.
           Bovati ha enseñado Hermenéutica bíblica, Exégesis y Teología del Antiguo Testamento, en el Biblicum, Facultad bíblica de la Universidad Gregoriana de Roma, donde fue varios años su Decano. Nos ofrece ahora su último libro sobre la libertad y la salvación desde la teología del Antiguo Testamento. Su enorme experiencia como profesor de AT le hace capaz de realizar un estudio de síntesis propio de los grades maestros al final de sus años de enseñanza. Tuve una gran suerte de ser alumno suyo en el Biblicum en su primer año de  profesor en 1983.
 

          Uno de los aspectos más interesantes del libro de Bovati, consiste en que la historia bíblica viene ilustrada mediante la presentación de una serie de personajes, según la sucesión cronológica del texto sagrado. Esta panorámica podría completarse con la conocida obra de P. Beauchamp, Cinquanta ritratti biblici, Citadella Editrice, Assisi 2004; o también con el estudio de B. Maggioni, La difficile fede. Figure dell´Antico Testamento. Di patriarchi all´esilio, Ed. Ancora, Milano 2002.
          Antes de entrar en las tres partes fundamentales del libro, Bovati nos ofrece una estupenda introducción al tema propuesto, (pp. 5-26), de la cual destarí dos temas: a) El campo semántico de la libertad y b) dos elementos de antropología: la primera experiencia del ser humano de su libertad o de su esclavitud
          La obra tiene tres partes intensamente integradas, pero con autonomía propia; precedidas de la gran introducción que hemos señalado (pp. 5-26)
a) Libertà e liberazione nella Tôrah. (27-114).
b) Libertà e liberazione nei Profeti. (115-184).
c) Libertà e liberazione negli Scritti. (185-232).
 
          En la primera parte estudia Génesis, Éxodo y la ley deuteronomista. En la segunda, Josué y IIReyes, Isaias y Malakias. En la tercera, Estras y Nehemías, de los Proverbios a los Salmos y, por último, la sabiduría tradicional, y la sabiduría crítica (Job y Qohelet).
 
          Nos resulta particularmente interesante el estudio del éxodo, con cinco apartados: 1) La esclavitud de los orígenes, sus causas y manifestaciones. 2)La reacción del esclavo. 3) El evento de la liberación. 4) La finalidad del evento de la liberación. 5) Lo tortuoso del camino de la liberación. De ellas, la reacción del esclavo se desglosa en cuatro cuestiones: El sufrimiento, la protesta, el grito y la duración del sufrimiento.
 
          No menor interés presenta "Las palabras de los sabios sobre la libertad" (pp. 203-218), cuya criatura tiene dos manos:
 
a) La sabiduría tradicional (Proverbios y Ben Sirà).
b) La sabiduría crítica (Job y Qohelet).
 
          A esa bina antitética, tradicional y crítica, debemos añadir las últimas palabras de la sabiduría y la sabiduría orante que se vertebra, a su vez, en dos dimensiones: la súplica por obtener la salvación y la alabanza por haber recibido la liberación: (pp. 210-218).
 
          Nosotros tenemos la posibilidad, el privilegio y la alegría de escuchar palabras de libertad, que nacen del amor gratuito de Dios, como de una fuente incontaminada; y estas palabras benéficas suscitan nuestra libertad, porque la verdad nos hace libres (Jn 8,31-32), porque la palabra de Dios nos engendra para una vid divina (IPe 1,23; Sant. 1,18).
          Más de una vez oímos proclamar al profesor Alonso Schökel en sus clases, que casi todas las teologías del Antiguo Testamento, realizadas hasta ahora, son falsas. ¿Por qué? Porque prescinden del corpus sapiencial. Ciertamente el discípulo de Schökel ha sabido librarse de este extremo, presentando una lectura diacrónica de la liberación equilibrada, completa, sin hacer un canon dentro del canon, liberándose de preconceptos hoy frecuentes a la hora de reflexionar sobre la liberación en la biblia. Es muy curioso señalar que la moderna Teología de la Liberación, tenga como sustrato bíblico un libro del AT, el libro del Éxodo, y no haya sido capaz de seguir avanzando hacia el corpus sapiencial, donde ciertamente hubiera encontrado elementos hondos para su propia dietética teológica.
 
          Es una experiencia continua en la historia de la teología, el ceñirse a un corpus determinado, o a unos textos muy concretos, di solito elegidos de antemano, olvidando o difuminando otros muchos que lo hubieran enriquecido y purificado. Esa petrificación del humus bíblico suele traer funestas consecuencias, puesto que al alejarse de la lectio divina, de la totalidad del canon, se pierde la poliedricidad de la veritas sagrada y, sin duda, se cae frecuentemente en un marcionismo de nuevo cuño, que nos ofrecen como resultado los nuevos fanatismos. El ordo rerum de los clásicos, una vez más, nos recomienda no hacer nunca un canon dentro del canon bíblico, y estar muy atentos a la totalidad de la revelación. La obra que presentamos es un buen ejemplo de honradez intelectual, y con una magistral diacronía nos ofrece las diversas perspectivas de la Torah, de los Nebiim y de los Ketubim,  sin olvidar nunca ninguno de sus datos esenciales. Sólo por eso, estamos delante de un modelo muy honesto de hermenéutica bíblica. No en vano, Bovati explicó Hermenéutica durante muchos años en el Biblicum.
Abdón Moreno
 
            Ennio ANTONELLI, Visibilità dell´Invisibile. Dio con noi nella storia, Ed. Ares, (Milano 2015), 415pp. ISBN 978-88-8155-644-1. Con un prefacio de Camilo RUINI.
          El cardenal Antonelli (Todi 1936), creado cardenal por Juan Pablo II, es un estrecho colaborador de sus sucesores Benedicto XVI y el Papa Francisco. Gran teólogo y mejor escritor, ha sido Arzobispo de Florencia desde 2001 a 2008 y ahora es Presidente emérito del Pontificio Consejo de la Familia.
          "Este libro representa una verdadera novedad en el panorama de la teología católica. Es de hecho una presentación de la belleza y de la verdad del cristianismo desarrollada no en clave defensiva, sino positiva y propositiva... a través de la cual el Dios invisible se nos ha hecho visible", afirma Ruini en el Prefacio.
          Antonelli es un teólogo muy agudo y bien informado de las coordenadas centrales de la cultura contemporánea, y al mismo tiempo tiene una gran sensibilidad literaria y artística. Sobre todo lo demás, es un hombre enamorado de Jesucristo y totalmente fiel a la Iglesia cuerpo y esposa de Cristo, que dialoga con los grandes maestros del pasado y con los grandes de hoy buscando caminos nuevos.         
La obra que presentamos tiene tres partes y un interesante apéndice. La parte primera trata del hombre de frente a Dios. Tiene dos temas de particular interés: Dios encuentra al hombre en la historia (pp. 30-40), y Dios horizonte del hombre (pp. 41-68).
 
          La parte segunda: Dios salvador del hombre (pp. 69-152). Propiamente trata de Jesucristo, y la divide en diez capítulos. Jesús es presentado en su realidad histórica y en su realidad trascendente de Hijo de Dios, afrontando los aspectos neurálgicos de esta figura absolutamente única. Subraya la atendibilidad histórica de los evangelios, y más que entrar en detalles, propone estar atentos al cuadro complexivo que los evangelios nos dan de la persona y obra de Jesús en cuya persona se ha revelado el rostro verdadero de Dios. Es muy destacable el cap. VIII: Crucificado y Resucitado, con el estudio de los dos procesos, el político y el religioso. Pasa por el abandono del Padre a los signos de la resurrección que lo reconocen como Mesías y Señor. El cap. IX me parece lo mejor del libro de Antonelli: El amor que sobrepasa todo conocimiento (pp. 124-139). Destacan tres temas muy sugerentes:
 
a) La Trinidad en la cruz.
b) La Trinidad en la resurrección.
c) El amor trinitario en la Iglesia.
          La tercera parte: Dios camina todavía con los hombres (pp. 153-382). Diríamos que es la parte más original y personal de Antonelli; y la más extensa, más de la mitad del libro con trece capítulos. Se trata de la eclesiología, pero una eclesiología inmensamente viva. 
          Con frecuencia la historia de la Iglesia, después de sus primeros siglos, viene considerada como un camino de alejamiento progresivo de Cristo, en el cual las sombras prevalecen sobre la luz, y representa más un obstáculo que una confirmación para la fe cristiana. Sin embargo nuestro cardenal Antonelli le da la vuelta a esta situación retomando un célebre texto de K. Rahner: "La verdadera y propia historia de la Iglesia sería la historia de los santos; todo el resto, -por importante y necesario que sea- resulta absolutamente secundario respecto a esta historia íntima".
          El autor está interesado en presentar testigos vivos del evangelio y lo hace con ocho grandes santos; cuatro grandes históricos, Pablo, Francisco, Catalina de Siena y Juana de Arco; y seis de nuestro tiempo: Juan Bosco, (1815-1888), Teresa de Lisieux, (1873-1897), Pio de Pietralcina, (1887-1968), y Teresa de Calcuta (1910-1997).
          En esta tercera parte podemos destacar los cap. XII y XIII: La unidad plural y La multitud de los santos. Atención a los temas del cap. XII que nos dan una idea perfecta de su contenido:
 
 
a) Unidad espiritual y visible.
b) Fraternidad ordenada.
c) Primado petrino y colegialidad episcopal.
d) Una Iglesia en muchas iglesias.
e) Una sola fe en muchas culturas.
f) Unidad que sorprende.
          Dijimos antes "interesante apéndice", sin duda que lo es, y mucho más al interior de una eclesiología viva que no rehuye el diálogo con la historia ni con el tiempo que le toca vivir. El título del apéndice ya nos da la clave: Entre la nada y Dios (pp. 383-410). La poesía de G. Leopardi le sirve al autor para hablar de la presencia y la ausencia de Dios y dedicar el cap. III al tema del mal en el mundo: Dios y el mal (pp. 406-410). Ahí van los temas que trata: a)La relación entre Dios y el mal es un misterio incomprensible. b) El lamento y la protesta como oración auténtica. c) La esperanza de la liberación. d) El mal como agresión al hombre. e) El mal del hombre sufrimiento de Dios. f) La victoria de Dios sobre el mal. g) Nuestra tarea: dar sentido al sufrimiento y a la muerte.
 
          Estamos delante de una obra de madurez. No se puede escribir un libro tan hondo y tan bello, sino después de una experiencia eclesial de muchos lustros, que unido a la claritas rerum de un gran teólogo, dan como resultado una obra genial y sorprendente, que hará -sin duda alguna- mucho bien a la Iglesia y al cristiano del s. XXI. A la postre, esta obra le sobrepasará a Antonelli, más allá de los límites de la cultura italiana. Ojalá sea traducida cuanto antes.
          Ennio Antonelli relata las buenas razones de la fe, la alegría del encuentro con Jesús de Nazaret que sacia la sed de absoluto que todo hombre lleva dentro; y muestra como el eterno Dios pertenece ya al tiempo finito de los hombres, llamados generación tras generación a una vida buena en el camino de la santidad. Muchas veces, página tras página, el libro tiene el sabor de diario íntimo, el olor al cristiano Ennio, más que al Cardenal-teólogo Antonelli. Son los dos brazos de la misma criatura, de la finitud infinita que tiene todo lo humano.
          Un gracias cordial a la editorial Ares de Milán por esa sorprendente portada, por il taglio de la Conversión de S. Pablo del Caravaggio, que representa al hombre caído que extiende sus brazos a la infinitud del Eterno Dios. ¡Cuánto bien nos hacen los esponsales del diseño gráfico con la teología, de la letra con la Palabra! Al igual por la inserción central de once cuadros de exquisita calidad comentados por nuestro autor, y que está fuera de la paginación ordinario. es un regalo estético por inserción central entre las pp. 224 y 225.
Para terminar, sólo se me ocurre un gesto de admiración: ¡Qué teología más bella!
Abdón Moreno
  
 
Agostino MARCHETTO, Vincenzo Carbone (+), Il "Diario" conciliare di Monsignor Pericle Felice, Editrice Vaticana, (Roma 2015), 589 pp. ISBN 978-88-209-9597-3.
 
          El profesor Vincenzo Carbone fue encargado durante muchos años del Archivo del Concilio Vaticano II, y nos dejó el inmenso tesoro de 63 volúmenes que son las Fuentes Oficiales del Concilio: Las Actas Conciliares. Carbone fue uno de los colaboradores más estrechos del Secretario General del Concilio, Pericles FELICI. Y de hecho su "Diario" fue el pan cotidiano del trabajo meticuloso de Carbone durante su larga vida (96 años) hasta la hora de su muerte (*27-6-1920, +13-2-2014). Felici había confiado a Carbone sus secretos más íntimos en caso de muerte imprevista, entre ellos el lugar donde escondía su diario: el fondo de un reclinatorio, cerrado en la parte inferior. Así pues, Carbone lo encontró y comenzó a estudiar su contenido, que nunca publicó, y que al final de su vida entregó al Capítulo de S. Pedro.
          A. Marchetto tuvo siempre una fuerte relación intelectual con Carbone, y recibe del Capítulo de S. Pietro toda la documentación, "Diario" y transcripción de Carbone. Concretamente se trata de cuatro cuadernos titulados "Cogitationes cordis mei", y ocho agendas anuales, que van desde 1959 al 1966.
          El Arzobispo Agostino Marchetto, es doctor en Derecho Canónico y Licenciado en teología, Diplomado en Teología Pastoral, Diplomático de carrera, trabajador incansable en el Servicio Diplomático de la Santa Sede durante muchos años, más de treinta, al servicio de la Iglesia; veinte de ellos en África entre los más pobres de la Madre Iglesia, y Nuncio Apostólico en diversos países. Durante los diez últimos años, Secretario General del Pontificio Consejo de la pastoral para los emigrantes e itinerantes. Discípulo del Prof. M. Maccarrone y G. D´Ercole, ha conservado siempre el amor por la investigación científica, como muestran sus múltiples estudios sobre el Concilio Vaticano II. Con este volumen, Mons. Marchetto, con incesante interés histórico por el Vaticano II, nos regala a los expertos y a la historia un Diario Conciliar excelente, dado el papel central que tuvo el Felici como Secretario General del magno Sínodo. En el fondo, y a la postre, nos adentra en la arena de la Fuentes no oficiales conciliares, entre las cuales el Diario del Secretario General ocupa un puesto particularísimo. Cierto es que si Felici no hubiese afrontado con perseverancia la escritura de su Diario nos faltaría esta bella historia de amistad con Dios, y al mismo tiempo estas historias sinodales vividas desde dentro, en un puesto de extraordinario servicio a la Iglesia. A un ojo avizor no le puede resultar baladí que Marchetto -que ha sido cabeza de león en este inmenso trabajo- haya puesto a Vincenzo Carbone con la cruz entre paréntesis en la cabecera de la portada; intelligentibus pauca... ¡Esto sólo lo hace un Lord!
          La confianza y la amistad entre el Papa Juan y Felici van creciendo a medida que avanza el Concilio; el 20 de junio del 1961 el Papa le confía: "I nostri caratteri si incontrano ed è un bene per il Concilo". Y el Papa le intima: "aiutamoci a vicenda. Facciamo come nel coro: prima canta uno, e mentre questi riposa, canta l´altro".
 
          Nos parece de especial interés un texto del Diario del día 21-6-1964. El lector recibe así información directa de nuestro  grande Felici, y puede contextuar como se veía él mismo delante de su inmensa responsabilidad. La traducción y la cursiva es nuestra:
 
          "A veces pienso como me puede haber tocado a mí el oficio de Secretario del Concilio Ecuménico. Un poco por carácter, un poco por formación, un poco por el ministerio ejercitado con ciertas orientaciones, yo me encuentro dispuesto a compartir en la doctrina y en la práctica algunas posiciones que se ha convenido en llamar tradicionales, aunque mirando con serenidad -así me parece- a las aperturas, que pueden mejorar los espíritus y hacerlos más disponibles para la difusión de la verdad y del bien.
 
          En el Seminario, particularmente, he buscado corregir (más que combatir) algunas ideologías de marca alemana o francesa, respecto la ascética, la liturgia, la formación espiritual, la moral etc.

          Ahora, sin embargo, me encuentro en el Concilio con el deber de hacerme el imparcial entre las diversas tendencias; y aquello que tiene la voz más fuerte es aquello a lo que yo he mirado con una cierta preocupación. El caso es que en la práctica la preocupación es también de los superiores, a pesar de que ellos deban mirar con una cierta imparcialidad este florecer de cerebros y a veces se sientan fascinados por ellos. Naturalmente quien debe proseguir (sin poder decir la fuente) es el Secretario General, el cual debería combinar cosas que en la práctica son bastante incombinables. A pesar de todo lo cual, yo tengo plena confianza en la gracia del Señor y en el tiempo. En mis capacidades confío muy poco. Vamos adelante, in nomine Domini, de quien viene la ayuda", (21-6-1964).
          La inmensa multitud de datos sobre cargos, personas, instituciones, decisiones papales, administración interna de las Comisiones, corrupción de la Curia, en definitiva de todo lo referente al Vaticano II, resulta una fuente inagotable para los historiadores. ¡Cuántas cosas se aclaran y se interpretan en su contexto real y diario, con estos sudados documentos de Carbone. Baste señalar la importancia de tres documentos: Felici deberá presentar al Papa un proyecto de estructuración de las Conferencias episcopales (31-1-1964 y 21-5-1964), y un documento sobre el Celibato (28-1-1965 y 7-10-1965). A ello se añade el redactar un documento final sobre los Hebreos (21-5-1964 y 2-7-1964).
Digno de atenta lectura es cuanto escribe Felici sobre algunas temas delicados de los dos últimos años del Concilio: El famoso cap. III de la Lumen Gentium y la nota explicativa (11-11-1964 y 16-11-1964; propuestas de Pablo VI sobre el matrimonio, aborto y anticonceptivos (26-11-1965); sobre el ecumenismo ( 16 y 18-11-1964); la insistencia de Pablo VI en que se hable más de la Tradición en la Dei Verbum (23-9-1965); propuesta de condenar el comunismo (26-11-1965); acogida cordial de la reforma litúrgica (19-3-1965)... y tantos más.
Agradecemos al editor Marchetto el índice de las personas (575-587) que presenta una larga nómina de todas las personas implicadas en el Vaticano II, y que facilitará, sin duda, los trabajos posteriores a la publicación de nuestro Diario.
          Felici tuvo que sufrir muchas persecuciones y calumnias mientras desempeñaba con exquisita fidelidad a la Iglesia la misión que le había encomendado el Papa. Nos viene bien ad hoc recordar las palabras del Papa Juan, referidas en las primeras páginas del Diario: "La terra gira, gira, ma le humane debolezze rimangono, a condizionare pure il cammino della Chiesa verso il Regno di cui essa è il germe e l´inizio" (Cf. Lumen Gentium, 5).
Abdón Moreno

Recensión a Rafael GOMEZ MIRANDA, La obediencia como ética de la verdad: La relación sujeto-verdad a la  luz del pensamiento de Joseph Ratzinger y de Michel Foucault, Ed.Manuscritos, (Madrid 2016), pp. 419. ISBN: 13, 978-84-948046-3-2.

Compostellanum 67 (2022).

 



 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario