PEDRO DE VALENCIA (1555-1620),
Obras Completas, T.II, Escritos Bíblicos y Teológicos,
Ed. Universidad de León, 682 pp.
(Salamanca 2014).
ISBN
84-7719-433-5
Abdón
Moreno García
Iglesia de España
en ROMA.
Publicado en Compostellanum 61 (2016) 719-722
El mundo de las luces bíblicas y las
instituciones académicas helenistas y latinas, celebran la publicación de los
manuscritos inéditos de Pedro de Valencia, que llevaban siglos esperando en los
Archivos de Europa, esperando una mano amiga que les dijese ¡Levántate y anda!
Desde la publicación de la Biblia Políglota Complutense (1520), hasta la muerte de Pedro de Valencia,
en 1620, media un siglo; El siglo de oro del humanismo bíblico español. En
medio de este contexto, al margen de su pensamiento filosófico, económico,
social y político ya publicado en la gran colección de Humanistas Españoles de la Universidad de León, el humanista
extremeño, Pedro de Valencia (1555-1620), era ante todo un biblista y un
ilustrado humanista, erudito en las fuentes clásicas griegas y latinas que
llegó a su culmen investigador impulsado por su amistad con Arias Montano y el
Padre Sigüenza. Presentamos aquí sus manuscritos
inéditos bíblicos y teológicos, que ofrecen una hondura y una riqueza que
es propia, solamente, de un gran humanista
afanado por la Sacra Pagina. Notamos
solamente algunos de estos manuscritos, de modo que el iniciado pueda calibrar
el contenido de esta ingente obra de Pedro de Valencia. Estamos pues delante
del manadero de las fuentes que la investigación ha ido desgranando y
exprimiendo y que servirá, sin ambages, como un referente para los
investigadores. Varios especialistas helenistas, hebraístas, latinistas,
teólogos y biblístas, en una ardua interdisciplinariedad nos ofrecen los frutos
en sazón de su excelencia: Jesús Nieto (Ed.), Avelina Carrera de la Red, Abdón
Moreno García, Mª Asunción Sánchez Manzano, Pilar Pena Búa, Raúl López López,
Mª Prado Ortiz Sánchez, Raúl Manchón Gómez, Inmaculada Delgado Jara, Manuel
Seoane Rodríguez, y Antonio Reguera Feo
La obra que presentamos es el fruto de
un intenso trabajo de investigación I+D interdisciplinar
de varias universidades, que hoy recoge sus frutos a través del Proyecto de Investigación (FF
12012-37448-C04-03/4), subvencionado por el Ministerio de Economía y
Competitividad.
Interesa destacar, por su singular importancia
y originalidad, cuatro piezas de esta colección:
a)
Para Declaración de una gran parte de la
estoria apostólica en los Actos y en la Epístola ad Gálatas. Publicado por
Mª Prado Ortiz (pp. 297-540). Es un
comentario sobre el cap. 15 de los Hechos que refiere el Concilio de Jerusalén,
junto con el comentario de la carta a los Gálatas y buena parte de la carta a
los Romanos. que muestran su enorme interés por el cristianismo primitivo y por
el gran paso que dio el cristianismo al separarse del judaísmo; aquello que no
pasaba de ser una secta judía comenzó a universalizarse por el mediterráneo, y
abrió sus puertas a todos los gentiles. Valencia comenta estos textos con un
ojo puesto en el panorama de su propio mundo de finales del s. XVI, no menos
complejo que el del cristianismo primitivo: la situación de los judíos
conversos y de los moriscos; la Reforma protestante y la Contrarreforma; las
disputas sobre la prioridad de las distintas iglesias españolas Toledo y
Santiago etc.
b)
Advertencias de Pedro de Valencia y Juan
Ramírez acerca de la impresión de la Paráfrasis caldaica, publicada por
Avelina Carrera de la Red e Inmaculada Delgado Jara (pp. 559-657). Es
una gran obra de fuerte calado filológico que pone a prueba sus conocimientos
de hebreo y griego. Andrés de León había presentado 427 enmiendas a la
paráfrasis caldaica de Arias Montano, que es el texto arameo de la Políglota
Regia, al que refutan Pedro de Valencia y Ramírez, siguiendo la mejor tradición
de los hebraístas cristianos del renacimiento, y de los filólogos trilingües
españoles del s. XVI.
c)
El "magnánimo texto del comentario al Padrenuestro", -como señala
Natalio Fernández Marcos (Helenista del CSIC) en la presentación-: Ad orationem dominicam illam pater noster,
qui es in coelis symbola. (pp. 227-296).
Editado y traducido del latín por Abdón Moreno. Tiene una inmensa y original
carga teológica, puesto que es un padrenuestro
trinitario, con un recio componente
antropológico que recorre todo el corpus paulino. Esta perspectiva trinitaria atrajó con sumo interés a la
crítica bíblica alemana de la Univ. de München:
Cfr. Abdón Moreno, “Ein trinitarisches Vaterunser. Bemerkungen zu einem
Manuskript aus dem 16. Jahrhundert”, Biblische Zeitschrift 45 (2001)
94-100.
d) A la postre, tiene un encanto
especial, por estar plagado de neoestoicimo,
el Ms. De la tristeza según Dios y según
el mundo, consideración sobre un lugar de san Pablo (pp. 77-110), que tiene
delante un autógrafo de Valencia, el Ms. 5585 (ff. 119-123) de la Biblioteca Nacional de Madrid publicado
por Abdón Moreno y Jesús Nieto. Se trata, en realidad, de un comentario a
IICorintios 7,3-11. Profundiza en la figuras de Caín y Abel, en la rivalidad
humana. Para ilustrar el desasosiego de los hombres amasa entre sus manos el
texto de Lc 22,31-33, con la metáfora de los granos de trigo sacudidos en la
criba y se acompaña de otra imagen de Isaias 57, 20-21, el mar revuelto que
revuelve sus aguas en el cieno y en el lodo. Las fuentes patrísticas del texto
son Sinesio de Cirene, S. Juan Crisóstomo, y un autor muy querido por Valencia:
San Macario de Egipto con su editor referente J. Picus, publicado por primera
vez en Paris en 1559. Las fuentes clásicas son Pitágoras, Epicuro y los
Estoicos.
Para el ámbito litúrgico, quizás un
Sermón en la fiesta de S. Juan Bautista, encontramos un texto precioso con
llamadas de atención al auditorio, en la línea de la conocida actio retórica: Sermón en loor de san Juan Bautista. Comentario al versículo de san
Lucas 1,66. (pp 57-76). Publicado por Abdón Moreno y Jesús Nieto.
El manuscrito latino De diferentia inter verba greca sofía et
prónesis. Comentario a Génesis 3,1 y Mateo 10,16, publicado por la gran
filóloga Mª. Asunción Sánchez Manzano (pp. 111-148), intenta ahondar en el
significado de "ser prudentes como serpientes y sencillos como
palomas". La composición recuerda otros escritos humanistas de la época,
en especial los Tertia Quinquagena de
Nebrija, de 1516, que comenta cincuenta pasajes de la Sagrada Escritura desde
una óptica de crítica textual y exegética. Profundiza también la diferencia
entre sofía y frónesis según Aristóteles en su Ética a Nicomaco, para finalizar expresando la profundidad del
verbo fronéo, con originales y hondos
resultados para el susodicho campo semántico paulino. Cfr. Abdón Moreno, La Sabiduría del
Espíritu: Sentir en Cristo. Estudio de phrónema - phronéo en Rom 8, 5-8 y Flp
2, 1-5, Ed. Pontificia Università Gregoriana PUG, (Roma 1995),
El interés animalístico del
renacimiento es conocido de todos; lo que no podíamos imaginar es el ingente
interés que sugieren las serpientes de la Biblia. Varias veces cita el
Manuscrito latino al Bustamantius; no había manera de encontrar fuentes en las
bibliotecas de Roma sobre este autor, pero en la Biblioteca Valicceliana
que se alimentó de la biblioteca de Cesare Baronio, ¡al fin! encontramos un
inmenso libro sobre Las serpientes en la
Biblia, cuyo autor era Juan de Bustamante, médico de Felipe II. A la
postre, estamos delante de la fuente erudita que absorbe el texto latino.
Avelina Carrera edita el Ms. Notae in Genesim, exposición sobre el cap. I
del Génesis.(23-56). Abdón Moreno y Jesús Nieto editan De los autores de los Libros Sagrados (207-226). Pilar Pena Búa
edita el Informe autográfo a los
comentarios a Ezequiel (149-170). Y Manuel Seoane nos presenta el Discurso sobre que no pongan cruces en
lugares inmundos (657-666).
En medio de tanta gloria, mientras
nacían las dos obras más universales del renacimiento hispano, la Políglota Complutense y la Políglota Regia o Poliglota de Amberes dirigida
por el ilustre humanista, también extremeño de Fregenal de la Sierra, Benito Arias Montano, hay
una triste sombra en la filología del
siglo de oro, que no podemos soslayar: La triste prohibición de las
traducciones bíblicas a las lenguas vernáculas en los inmensos territorios del
Imperio Español; prohibición que no estuvo expresamente dictada en el famoso
decreto del Concilio de Trento (1546), que se limitó a declarar auténtica a la
Vulgata. De ahí que las únicas versiones al español del siglo XVI se hayan
denominado con razón "Biblias castellanas del exilio": El Nuevo
Testamento de Francisco Encinas (Amberes 1543), la Biblia de Ferrara (1553) y
la Biblia del Oso (Basilea 1569) de Casiodoro de Reyna, realizadas por las
minorías judías o protestantes fuera de España. Mientras tanto Lutero publicaba
su traducción de la Biblia al alemán (1534) que, con la colaboración de la
imprenta, alcanzó una difusión fulminante y que dio el espaldarazo a la lengua
alemana; y en Inglaterra se publicaba en 1611 la King James Bible, obra decisiva para la consolidación del inglés
como lengua literaria. De aquellos polvos vienen estos lodos: No podemos obviar
que todo este contexto trajo como consecuencia fatal un cierto analfabetismo bíblico de los cristianos españoles. Una pequeña muestra de esta triste realidad es que estos manuscritos
que presentamos hoy hayan estado sometidos al exilio del silencio e inéditos
durante siglos, hasta asomar su cabeza retórica en nuestros días; de ese factum derivan los contornos precisos de
aquello que me tiene sin cuidado y aquello que me interesa sobremanera.
Abdón
MORENO.
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